Noticias falsas, Desinformación y Posverdad en Documentación
Insuflando desinformación en el espacio público: pseudo-medios y narrativas de alteración de la realidad
Introducción:
Las noticias falsas siempre han estado presentes en la historia del periodismo, el incendio del parlamento alemán por parte de los nazis es una prueba de ello. Sin embargo, con la llegada de las redes sociales, un espacio en el que todos pueden tener su propia voz, cada vez es se hace más complicado discernir entre lugares confiables o personas hablando con datos falsos. Este artículo, escrito por María Dolores Palau Sampio y Adolfo Carratalá, analiza el contexto de la desinformación en España enfocado a los pseudo-medios, webs que buscan simular ser los nuevos medios de información para ofrecer contenidos radicales basados en hechos alternativos o clickbaits.
Resumen:
El éxito de los sitios conocidos con "pseudo-medios" ha venido principalmente a raíz de la crisis de credibilidad del periodismo tradicional; de su facilidad para difundir mensajes, gracias a las redes sociales; y de conectar con audiencias más jóvenes.
Se estudiaron 1.143 publicaciones de ocho de estas webs que acumulan más de 4,2 millones de usuarios. Las temáticas predominantes en sus artículos son el coronavirus (especialmente las vacunas y restricciones), la política nacional (mayormente críticas al Gobierno) y en asuntos sociales temas como la inmigración, género o la comunidad LGBTIQ+. En general, estas cuestiones abarcan el 58,1% de todo su contenido. El análisis también evidencio un uso constante de titulares cargados de lenguaje bélico o denigrante, en concreto un 59% .
De igual manera, el 38% utiliza clickbaits como método para atraer usuarios con expresiones radicales. En que respecta a sus fuentes, en su mayoría son redes sociales, otros pseudo-medios o textos de opinión; de los cuales un tercio escasean en referencias verificables.
Las líneas de estos pseudo-medios, especialmente al hablar de inmigración, diversidad sexual y feminismo, suelen fomentar la idea de que el actual Gobierno resulta un peligro para el país, discurso que favorece la polarización política. esto convierte a estas webs en factores clave en el desorden informativo español.
Interpretación personal:
Personalmente, opino que lo descrito por los autores evidencia un grave problema de esta nueva era moderna, el extremismo político. Tanto si te consideras personalmente más de izquierda o de derecha, las redes sociales nos han acostumbrado a titulares poco profundos que solo vemos si nos llaman la atención y cuentan una historia resumida en minutos, y por lo tanto con apenas matices. Y es en esos espacios que fomenta ,la viralidad antes que la veracidad, donde surgen Las fake news, las cuales pueden spueden suponer un riesgo para quien la consuma al favorecer cosas como la desconfianza en médicos sanitarios en contextos de crisis sanitaria, estigmatización de colectivos vulnerables y la radicalización en general.
Conclusión:
Este estudio hecho por Palau-Sampio y Carratalá demuestra cómo algunos pseudo-medios utilizan los temas más virales actualmente crear una narrativa, basada en información poco fiable, inclinada hacia una derecha extrema, lo cual solo alimenta la desinformación social. Ante este panorama, el público consumidor no puede hacer otra cosa que utilizar su poder de elección para decidir a que tipo de medios les da atención y viralidad. Sin embargo, en un internet plagado de miles de cuentas con millones de seguidores ¿basta con simplemente mirar hacia el otro lado sabiendo que hay otras muchas personas que les esta dando más fuerza para seguir mintiendo?
Referencias:
https://revista.profesionaldelainformacion.com/index.php/EPI/article/download/86761/63150/292410
Tu blog tiene muchos puntos fuertes, pero el que identifico que tiene ese mayor poder y verdad en la actualidad es el título que le ponen a las fake news. Cuando aparecen noticias en la tele/ redes/ etc, son títulos que son muy alarmantes, chocantes. Y en muchos casos inflan una realidad o la descolocan para hacer que sean atrayentes para los usuarios, y así ese sitio reciba muchas visitas y likes. Cuando un sitio recibe muchas visitas, se genera un efecto llamado “falacia de popularidad”. Esto quiere decir que la gente se cree la noticia falsa por el número de visitas o likes.
ResponderEliminarActualmente en la sociedad si algo tiene un buen título, lo leemos y después no razonamos sobre lo que hemos leído. Da igual si es verdad o no.
El artículo aborda bastante bien el tema de los bulos y la ultraderecha, pero hay una cosa que me gustaría agregar: Ciertamente, cuando hablamos de fake News, muchas de ellas estan hechas por gente de extrema derecha para desprestigiar muchos movimientos que promueven los derechos de las minorías y tal y como se ha mencionado antes, suelen propagar los bulos a través de redes sociales, donde manipulan sobre todo a los jóvenes (no por nada, son ellos los que más votan a estos partidos), los cuales, junto a otros factores (baja tasa de empleabilidad, el precio desorbitado de la vivienda, no buscan información con la que contrastar la que ven en redes) hacen que sean los más susceptibles a creerse esas mentiras
ResponderEliminarMe parece un artículo muy interesante y bien documentado sobre el tema de la desinformación en las redes sociales. Me gustaría destacar la importancia de la investigación realizada por Palau-Sampio y Carratalá, que demuestra cómo los pseudo-medios están utilizando los temas más virales para crear una narrativa inclinada hacia una derecha extrema. Me pregunto, ¿cómo creen que podemos abordar este problema de manera efectiva, sin recurrir a la censura o la regulación excesiva? ¿Qué papel pueden jugar los medios tradicionales y los periodistas en la lucha contra la desinformación? ¿Y qué papel podemos jugar los consumidores de información en la elección de fuentes confiables y la promoción de la veracidad en línea?
ResponderEliminarUn articulo interesante y muy actual. Es interesante ver los altos porcentajes señalado por los autores, con cerca del 60% en temas que deberían ser mundanos y estar asumidos por la población o el tipo de lenguaje agresivo, posiblemente porque los ganchos o hoaks busquen una mentalidad límbica y emocional a una con el lóbulo frontal por bandera y bien meditada. En cuanto al restante dato del 38% del uso de clickbaits con motivo de viralización me sorprende por lo bajo, ya que la intencionalidad mercantilista que se le ya dado a los medios (ya no digamos los psuedo-medios) desea lograr en su esperado Impacto digital o mediático.
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